¿Argolla? ¿Dónde?

Un tema interesante

¡El tema de nunca acabar? ¿La queja infinita de las bandas creyentes de merecerse un podio a miles de personas? ¿El impedimento real de progreso para nuevos valores?, quien sabe. En estos momentos donde los festivales de rock peruano, sean masivos o de poca gente, existen agrupaciones que a su estilo han solicitado una oportunidad de tocar ante los consagrados de la escena. Varias productoras han accedido, pero no de la manera correcta. Otros han buscado opciones más segmentadas teniendo el reconocimiento que necesitan para seguir andando. Sea cual sea la situación, la argolla propiamente dicha, para mi no existe.

Es sencillo de explicarlo. Las productoras están en su libertad de elegir a su gusto e interés comercial las bandas que deben estar presentes en su evento, siendo esto obvio y comprensible para tener ganancias como el éxito añorado, incluyendo también la opinión del público como pasa en Facebook. Pocas del grupo organizador dan la chance a bandas emergentes que tienen todo el derecho de estar ahí ante miles. Pero, lamentablemente no se lleva a cabo como debería. Algunos músicos como Claudio Cabrera, destacado guitarrista de la escena y pieza importante de Stereonoiz, proponen alternar las bandas, como también ha sido pedido de muchos fanáticos para un justo espectáculo. Solución aplicable, siempre y cuando se llegue a un buen acuerdo.

Por otro lado, está el tema de "las mismas bandas" que pueden sentenciar una cartelera predecible, y por ende pueda animar o desanimar a los consumidores de rock peruano (exceptuando a los fanáticos de algunas de las bandas que repiten el plato). A esto, súmenle la queja inminente de bandas que pueden aprobar el factor de calidad de ciertos círculos de fanáticos que les gusta el pogo, lo melódico, lo baladesco, pop, entre otros gustos.

Este reclamo lógico que postulo en el párrafo anterior se ha venido ejecutando últimamente (no citaré bandas de ejemplo), con respecto a que toquen la mismas bandas que están como "nuevas" y reaparecen en siguientes ediciones. Aquí quiero llegar con el tema de la argolla: Las productoras son libres también de depositar toda confianza o lo que fuere en estos grupos, que por algún acuerdo de diversa índole lleguen a estar conforme ambos y se desarrollen las cosas para bien de la banda como de la productora. Es decir, artistas exclusivos. Propuestas nuevas que puedan tener un futuro prometedor, dependiendo de lo que busquen los organizadores y si el colectivo musical tiene buena aceptación.

La explicación que menciono, a mi punto de vista, desactiva toda sospecha argolla. Por lo poco vivido y visto de mi persona, puedo asegurar que este tema va a depender mucho de una masa vital y oportuna para que la escena se levante: El público. Lamentablemente, aún el público no se toma la molestia de escuchar propuestas nuevas ajenas a sus gustos, unos calificando sin por lo menos poner play a la canción, otros con el criterio suficiente ligados a gustos justificados, pero existe una parte que poco a poco accede.

Por último, con tantos eventos nuevos y productoras grandes o pequeñas que organizan tocadas, permitirán que los colectivos musicales de diverso género puedan desarrollarse con algo preciso del momento, un público bien segmentado por el género y la audiencia ligada. ¿Ejemplos? Rock en el Parque, Rock en Ate y otros que, sea poco o mucha la ayuda dan chance a bandas nuevas para que sean escuchadas. Hasta otra nota.