El fin de La Parada

Como dice la rola de Papilón: "Tenía que llegar". Foto: Diario El Comercio.
Así es. Esta nota no tiene nada que ver con música, si no con lo acontecido en la madrugada de hoy 15 de marzo. La Parada dejó de existir. La municipalidad entro contra todo pronóstico a "limpiar" el lugar. Sin embargo, realizaron el desalojo correspondiente con una maquinaria de esas que no perdona. Un pretexto claro y obvio era el mal estado que se encontraba con ratas y productos putrefactos. De esa forma liquidaron los 40 años de existencia del centro mayorista.
Ante el inminente acto, el payaso Malzon Urbina se presento como el defensor de los comerciantes, al igual que la representante Ida Ávila. Estos dos fueron protagonistas de este cierre definitivo como la batalla entre serenos contra comerciantes y vándalos de mal vivir allá por el 2012 donde hubo muchos heridos y tres muertos, contando a Lamar.

Mi punto de vista ante esto: Bien hecho. No viviré cerca de dicho lugar, pero en las pocas veces que he ido, antes de que pasara lo del 2012, siempre el sitio ha estado repleto de delincuencia, basura y mucha informalidad. Tanta que no daba ganas de transitar ahí. Lo tienen merecido. Y ojo, no estoy a favor de la gestión de Villarán que tiene algunos problemas que debilitan su aprobación en su gobierno municipal, pero la posición de los comerciantes (No todos, pero si muchísimos) ha sido mediocre. Apuesto que ellos habrán tenido oportunidades para poder estar bajo regla y sin problemas con las autoridades y no lo hicieron.

No me digan que me ponga en los zapatos de estas personas. Pero con tantos o pocos años de estar en un lugar próspero no han podido mejorar su lugar de trabajo. Si yo quiero tanto mi puesto de trabajo, mi herramienta con la que gano mis frejoles del día, debo mejorarla. Obvio. Si fuera comerciante jamás permitiría que los roedores se escabullan entre las papas que debo de vender a mi cliente. Ni cagando. O no permitiría que la basura adorne con aromas nauseabundos mi centro de trabajo. Es lógico.

Por otro lado, que la alcaldesa tenga otras intenciones bajo la intervención, es otra cosa. La cuestión aquí no es que los centenares de comerciantes, cargadores y otras personas se queden sin trabajo. La cosa aquí es que están pagando (creo en el kharma) lo que pasó en el 2012. A mi punto de vista, era obvia la protección de La Parada en ese año apocalíptico por parte de delincuentes sin moral alguna, matando a dos personas y costándole la pierna a un equino convaleciente. Se le puede dar otro enfoque por lado de los trabajadores, pero pocos. Algunos de ellos no van a tener donde laborar y se les pondrá complicado la situación. No culpen a Villarán, cúlpense ustedes que en la gestión del diablo, teniendo el apoyo respectivo no pensaron en mejorar sus condiciones de trabajo.

Por ùltimo, un acto efectivo y nada piadoso de las autoridades, pero casi siempre sucede lo mismo a la mayoría de nosotros, los peruanos: siempre tiene que pasar algo grave para recién reaccionar.

Entradas más populares de este blog

Algunas canciones de la escena rockera que me hacen llorar

Por los espacios vacíos, no será lo mismo sin ti