No hay cama pa tanta gente
De ustedes depende que la demanda siga. |
Tiempo: Desde finales del año pasado ha sido notorio el impulso que están haciendo ambas radios (incluyendo también a las locales e internet) para dar difusión a materiales dignos de ser escuchados, al menos una vez al día. Al caballo regalado no se le mira los dientes. Pero: ¿Cuánto tiempo durará este espacio en la emisora (me refiero al tiempo de existencia del programa)? ¿Será suficiente su permanencia solo con pedidos abundantes de la audiencia rockera? ¿Tres horas como máximo a la semana son suficientes en la programación masiva? Son dudas constantes que a más de un responsable de la rotación de las bandas en un medio grande como las dos emisoras mencionadas tendrá que hacerse constantemente, hasta que venga la orden de gerencia que indique el cese o mejora de la situación sonora blanquirroja.
Bandas: ¡Te has puesto a pensar cuantas bandas existen en todo el país? Obvio que son miles y miles. Casi inacabables. Las que alcanzan preferencia, valgan verdades, son las limeñas. Uno que otro puñado de bandas de provincias que también logran estar ahí guerreando con otras para al menos sonar una vez por semana. No estoy tan al tanto de la situación en la que estén, pero imaginarse el trabajo por redes de estos grupos, como también con los de la capital, es constante. Obvio que también hay excepciones. Apuesto que el grupo nuevo que deba aparecer allí debe aprobar los estándares de calidad de la radiodifusora, o del programador. A más pedidos exista en "Orgullo Peruano", más probabilidades de sonar una vez, y así por cada grano de arena dado quitar de la lista de reproducción las mismas canciones de siempre. Los "Clásicos" que se han oído desde casi veinte años atrás.
Si combinamos ambos elementos, te darás cuenta que el intento es firme, pero muy riesgoso. Primero, por más que el tiempo se considere mucho, en realidad no lo es, se presenta como casi efímero para que las bandas o talentos nacionales puedan brillar en el horario. Segundo, es un universo de muchísimas propuestas que merecen más tiempo y análisis de parte de los programadores, no obstante, el refugio de radios locales y radios por internet es un salvavidas necesario para seguir vigentes con las medidas posibles de difusión como las tocadas en vivo. Tercero, el pedido de la gente que no es fanática de estos grupos indirectamente van a preferir lo comerciable (música extranjera en la mayoría de los casos), algo inminente.
Por último, como dice un clásico del grupo salsero El Gran Combo de Puerto Rico, "no hay cama pa tanta gente". No estoy siendo negativo, solo realista. Tengo confianza firme de que la audiencia rockera seguirá incrementando en las estaciones radiales, no tan solo para apoyar a su banda favorita pidiendo su canción, sino con la demanda de escuchar buen rock hecho en casa. Si ha pasado en la década pasada con grupos que hoy se les considera "consagrados", puede suceder ahora o en unos años. Total, lo último que se pierde es la fe, sino tenemos la internet a nuestro gusto. Hasta otra nota.