Saturación

Una pregunta que muchos se la hacen. No se hagan.

A pocos días de algunos festivales del rock perucho que están a la vuelta de la esquina, el título de esta nota se me viene a la cabeza. Y es que desde hace unos años los eventos que conglomera mayor cantidad de fanáticos y amantes de la escena,o de bandas consagradas en el país, pero la cartelera es la principal duda que no solo me preocupa, si no a aquellos que quieren, algunos desesperadamente, ver algo nuevo en su máximo expresión, en vivo.

La cartelera de estos eventos son repetitivas, algo cansadas y carentes de propuestas. ¿Qué le vas a hacer? Estas bandas de peso como Mar de Copas, Libido, Amén, Daniel F y otros casos venden. Nos guste o no, pueden jalar mucha gente, siempre y cuando se aplique bien a los grupos convocados. En cuanto a las cientas y cientas y cientas de bandas buenísimas que satisfacen nuestros gustos de diversos géneros existen otras opciones mucho más accesibles. Tocadas donde puedas entrar al pogo hasta morir, puedas bailar al ritmo de la marimba, puedas cantar con guitarra en mano, entre otras opciones ligadas a los géneros o atractivos diferenciales de estos conciertos. Un deleite perfecto.

Me atrevo a decir que estoy empezando a fastidiarme un poco de ese tema. Por más que las bandas mencionadas son rentables, debería darse un espacio, así sea menor, para las bandas emergentes que buscan si o si los medios para sobresalir y tener la chance de tocar con un público grande. Y por favor, no me digan que ello está pasando porque está sucediendo que las propuestas buenas y nuevas, se están repitiendo. No creo que los productores estén ocupados todo un año o meses para darse un tiempo de husmear eventos y tocadas diversas (se que lo hacen) o por último ver un video de estas bandas nuevas en YouTube y ver la posibilidad que suenen. Alternarlas con las bandas clásicas conviene mucho, pero para el bolsillo del organizador o inversionista, no.

No puedo ser empático con los productores, ni mucho menos con las marcas que auspician las tocadas, pero por lógica, lo mismo cansa. Para los fans verdaderos de las bandas de respetable recorrido no sucederá eso. No se cansarán. El gusto es casi eterno, y se respeta. Sin embargo, yo espero que alguien o un grupo de personas (o tal véz ya lo están haciendo y no sabemos quienes son) estén tomando las medidas para una oportunidad justa para propuestas nuevas. Muy aparte de las bandas que he mencionado en mis notas anteriores, hay más, mucho más. Eso me emociona, porque por naturaleza al ser humano no se cansa de investigar, indagar, y en nuestro rol como oyentes y espectadores muy aparte de consumir, difundir.

Por último, llegará el momento adecuado para que las bandas emergentes puedan apreciarse como se deban. Hasta otra nota.

PD: ¿La argolla? Ese es otro tema que escribiré, después. Otra cosa, las bandas que aparecen en la imagen son en poca parte de mi agrado y les tengo respeto por su trabajo. No confundir.

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