El abuso del cover en proyectos conocidos
Llegué a la nada imberbe pubertad con canciones de La Charanga Habanera, Camaguey y La Caroband, colectivos que no tenían nada que envidiar a los anteriores, pero que iban en algunos casos a uno que otro cover. Y así avanzaba mi adolescencia escuchando canciones tropicales que me parecía haberlas oído de pequeño, mientras mi madre cocinaba para almorzar e ir en la tarde al Clavero. Pasé los 20 y la timba se puso a tan de moda que el 90% de temas, como sucede en la cumbia, son covers que, no niego que entretienen a muchos sin importar nada, pero soy de los pocos que se incomoda con la recurrente forma algo aburrida y mediocre de hacerse conocido.
Las agrupaciones de salsa y cumbia son los "artistas" que usualmente recurren mucho a esta artimaña de escalar peldaños, ya sea hertzianos o digitales, abusando de alguna canción, poniéndole el lead de "tributo" u "homenaje", como pasa con grupos como Corazón Serrano o Zaperoko. Sensacionales intérpretes que hacen bailar a millones dentro y fuera de mi Perú, pero personalmente, son tan mediocres que a veces pienso que no podrían gestar algo propio y ponerlo en vitrina, y que esto iguale a los covers.
Que yo sepa, el cover es un disparador al estrellato o un enterrador eterno de cualquier intento talentoso a la música. Lamentablemente, las masas sonoras que menciono en el párrafo anterior, han preferido soltar un buen fajo de dinero y poder interpretar los temas de compositores o colectivos que han dejado huella incuestionable con su arte respetable. Parece un buen negocio, pero a la vez siento que es un limitante para aquellos que solo se dedican a sacar adaptaciones o covers, tomando el facilismo y flojera como algo habitual, manteniendo la forma correcta ante respeto del primogénito creador por cierto. Ojo, no digo que todos, pero si muchos.
Hay casos muy especiales que permiten un cincuenta cincuenta entre lo propio y de otros. Por citar algunos ejemplos: Agua Marina, Camaguey, Son By 4, Gian Marco, Autobus y otros talentos que tienen claro que, pueden hacer lo que aman de distintas formas, pero tienen en cuenta la superación tanto en lo que pueden producir por si mismos como la resucitación de éxitos que a mi punto de vista, puede ser de vez en cuando.
No pienses querido lector que satanizo el empleo de plasmar el ingenio musical con covers. Para nada. Hay otros grupos de salsa, cumbia, baladas, pop, rock, reggaeton y diversos géneros que lo hicieron por etapas, lo cual me parece correcto. Mi problema refiere a la concurrencia conchuda y pobre producción de una canción no propia sin cese alguno, como si no tuviesen materia gris para padecer una creatividad nula, o su significado se adhiere al de recalentar un hit antiguo de otra persona a tu estilo. Siento que es algo anodino y contraproducente.
Para cerrar, si te preguntas porque afirmo que es contraproducente asistir a este recurso casi siempre, es porque será uno de las tantos del montón que no podrán hacerse recordar por trabajo propio ante la escena musical mundial, o al menos latina. Zaperoko y Corazón Serrano, colectivos que cité en un inicio, serán uno grupo del cúmulo que, por más que tengan décadas de vida, no podrán igualarse jamás a aquellos que si se atrevieron a tomar lo suyo y muy de vez en cuando algunos covers para inmortalizarse a empeño propio. Ellos si tienen los recursos e instrumentos para hacerlo. Dependerá de su determinación, interés y sobretodo amor a su trabajo. Hasta entonces, a bailar con lo que suenan de sus manos y bocas. Total, como dicen Los Amigos Invisibles, "Esto es lo que hay". Hasta otro antojo escrito.